Evocar una risa consciente y profundizar en este viaje interno, nos facilita el acceso temporal a un estado más allá del
ego, una experiencia que nos permite iniciar un movimiento de acercamiento hacia nuestro ser esencial.
Esta vivencia tiene el beneficio de facilitarnos alcanzar
temporalmente un estado de calma interior y facilita sintonizar cuerpo,
mente y esencia. La alineación energética que produce la
risa profunda nos ayuda a resignificar nuestras propias creencias,
nuestros límites y potencialidades y a redescubrirnos como seres
sagrados. Dicho metafóricamente nos facilita cambiar
nuestra mirada y, consecuentemente, la relación que establecemos con
lo que miramos.