Artículos escritos por Enrique Aguilar sobre el desarrollo de la consciencia y la TERP - Terapia Expresiva de la Risa Profunda -

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Víctima o aprendiz?

Las personas que adoptan un papel de víctima se quejan cuando las circunstancias no les son favorables. Creen que los otros se comportan injustamente con ellos, que siempre les toca lo peor, etc. La negatividad configura a la víctima, es la mirada negativa sobre los asuntos vitales que hace que se salga mal parado, por lo tanto, "víctima de las circunstancias".

Hay una alternativa más positiva, ser aprendiz, es decir, tomarlo todo como una oportunidad de aprendizaje. El aprendiz acepta y asume que no siempre saldrán las cosas como él esperaba y siempre sacará provecho de la experiencia. El aprendiz reconoce que se equivoca pues está aprendiendo.

La víctima tiene miedo, espera que alguien le solucione sus asuntos y cuando no llega la solución, critica y se queja. El aprendiz tiene miedo y se arriesga con coraje en la toma de decisiones, si se equivoca, reflexiona, aprende y vuelve a tomar otra decisión.

El aprendiz madura y encuentra en el riesgo la aventura de vivir. La víctima actúa infantilmente, es pasivo y mientras espera se aburre y, probablemente al aburrirse, comenzará a mortificar a otros con su actitud sombría.

El aprendiz es creador y se responsabiliza de lo que piensa, siente y hace. El víctima es destructor y hecha la culpa a los demás de todo lo negativo que le pasa.

El víctima con su actitud genera, sin darse cuenta, una vida estancada, sombría y alejada de su corazón. El aprendiz paso a paso, cayéndose y levantándose va experimentando la luz de su corazón.

Qué eliges ¿víctima o aprendiz?

viernes, 15 de marzo de 2013

Reír en tiempos revueltos

En los tiempos que corren una práctica rigurosa de desarrollo personal centrada en el cuerpo y en la risa, es fundamental. El baile consciente y el trance de la risa profunda es una vía rápida y eficaz de elevar nuestra vibración, activar nuestro potencial y elevar nuestro bienestar.

Alentar la alegría serena del corazón allana el terreno para renovarnos. Es el impulso para abrirnos a lo nuevo con capacidad para sostener la incertidumbre que conlleva una vida vivida creativamente.

Ser un agente social de cambio es ser una persona que, desde su corazón, sabe ver lo que es esencial entre los enredos, manipulaciones y complejidades humanas. Esto sólo puede ocurrir si iniciamos un camino de reencuentro con nuestro cuerpo, dirigiéndonos hacia la eliminación de la disociación entre "yo" y mi cuerpo para sentirnos nuestro propio cuerpo. Esta disociación es análoga a la que hacemos entre "yo" y el medio ambiente, como si fueran cosas diferentes.

Ir al cuerpo, sentirlo e integrarlo nos permite estar en contacto con nuestras necesidades genuinas. No hay mejor brújula para dirigir nuestras acciones que ser consciente de lo que necesito en cada momento. Escuchar las sensaciones corporales es la claves puesto que toda necesidad parte de una sensación que podemos ubicar en alguna parte de nuestro cuerpo. ¿Cómo sé que necesito beber agua? ¿cómo sé que necesito comer? ¿cómo sé que necesito descansar? ¿cómo sé que necesito la compañía de alguien querido? ¿cómo sé que debo dar un paso en pos de mi realización profesional? ¿cómo sé que necesito estar sólo? ¿cómo sé que necesito libertad?

Cualquier cosa que necesitemos se va expresar a través de sensaciones en nuestro cuerpo. Ahora bien, ¿qué pasa si nuestro cuerpo va por un lado y nuestra cabeza por otro? ¿qué pasa si no escuchamos nuestras sensaciones? Que nos sentimos perdidos sin saber qué necesitamos, buscamos en los otros lo que me vendría bien, comparándome o compitiendo. Si no escuchamos nuestro cuerpo vivimos una vida ilusoria y desconectada, y por supuesto, totalmente insatisfecha y a merced de las tendencias, modas e ideologías.

No hay mejor manera para darle un giro significativo a la vida que tomar consciencia que podemos elegir en cada momento el rumbo, y esto sólo es posible cuando "yo" y mi cuerpo es la misma cosa. Entonces podemos sentir que somos responsables y artista de la vida propia.

sábado, 9 de febrero de 2013

Padres!!! El amor se aprende jugando

El adulto que juega redescubre un lenguaje natural como mamífero que es. Redescubre el lenguaje simple y creativo de los niños. El adulto que aprende este idioma, es madre o es padre capaz de comunicarse profundamente con sus hijos. Padres e hijos hablando el mismo idioma, el del juego.

Jugar cumple una función evolutiva, jugamos de niños para desarrollarnos física, emocional, cognitiva y relacionalmente. Y también es posible jugar de adultos para el mismo fin. Jugar evoca la alegría. Y la alegría junto con su prima hermana, la curiosidad, son las energías necesarias para abrirnos al aprendizaje de una forma natural, amable y fluida.

Me pregunto, ¿cuanto tiempo a la semana se dedica en los centros educativos a incentivar la alegría para facilitar el aprendizaje de los niños? En fin, en otro articulo escribiré sobre esto....


Cuando el padre juega con su hijo, entra en conexión con él, entra en su mundo y desde ahí pasan cosas... padre e hijo aprenden juntos y fortalecen su vínculo. Jugando juntos sin competir, creando, imaginando, sin pretender llegar a ningún lado, jugando y fluyendo, padre e hijo aprenden a amarse.

viernes, 8 de febrero de 2013

El juego expresivo

Es diferente hacer un juego que entrar en un estado de juego. Cuando hablamos de juego expresivo en la risoterapia o en la TERP nos referimos a esto último, entrar en un estado de juego.


Este estado tiene que ver con la inocencia, un lugar interior que alcanzamos cuando decidimos conscientemente abandonar el juicio al otro y la autocensura. Este estado tiene que ver con reencontrarnos con la libertad de ser, de expresarnos y mostrarnos tal y como somos, como cuando fuimos niños.

¿Risoterapia?.... pero si yo ya me río

Existen muchos estilos de risoterapia, o dicho con otras palabras, el término de risoterapia sostiene en la actualidad diferentes interpretaciones y prácticas que difieren entre sí.

La risoterapia que enseño a mis alumnos/as se centra en vivir un proceso. Este proceso consiste en iniciar un movimiento hacia la deconstrucción de los personajes caracteriales que hemos ido creando para llegar a ser los adultos que somos. Y lo hacemos jugando como niños, volviendo a ese estadio donde todavía éramos libres de expresarnos sin miedo al juicio del otro.

sábado, 19 de enero de 2013

La experiencia de la risa profunda

Evocar una risa consciente y profundizar en este viaje interno, nos facilita el acceso temporal a un estado más allá del ego, una experiencia que nos permite iniciar un movimiento de acercamiento hacia nuestro ser esencial.

Esta vivencia tiene el beneficio de facilitarnos alcanzar temporalmente un estado de calma interior y facilita sintonizar cuerpo, mente y esencia. La alineación energética que produce la risa profunda nos ayuda a resignificar nuestras propias creencias, nuestros límites y potencialidades y a redescubrirnos como seres sagrados. Dicho metafóricamente nos facilita cambiar nuestra mirada y, consecuentemente, la relación que establecemos con lo que miramos.

Diario de un hombre que se planteó abrir la persiana

- Oh! se ha ido la luz. Parece que ha fallado el suministro eléctrico. Bueno, esperaré a que vuelva.

(un mes más tarde)

- Sigue sin venir la luz, no sé a que esperan para reestablecerla, la verdad es que es muy incómodo vivir sin ella. En fin, seguiré esperando.

(un mes más tarde)

- Me duelen los huesos, la oscuridad es fría y húmeda y nadie se ocupa en poner remedio a este asunto.

(un año más tarde)